Una semana.
Una semana en Edimburgo. El balance, tremenda y absolutamente positivo.
Sin embargo,
ayer fue uno de esos días grises, fuera y dentro de casa. Un día de esos que
sabíamos que iba a llegar: bajón, confusión, duda… la gente a la que quieres y
que te quiere lejos, y uno preguntándose qué está haciendo aquí exactamente.
Pero claro, a la vez que sientes esas cosas sabes perfectamente la suerte que
tienes, la maravilla de experiencia que estás viviendo, y ahí la certeza de que
ese estado de ánimo pasará y todo se irá colocando poco a poco.
Y así
es. Poco a poco. Sucedió que ayer fui a hablar con Davide Panzieri, el
coordinador de los narradores escoceses que trabaja en el Scottish Storytelling
Centre. Me dedicó unas dos horas de charla explicándome cómo funcionaba el
Centro, cuál era su función… y compartimos experiencias sobre el mundo de la
narración y del trabajo en España y Escocia. Aunque hablamos mucho tiempo, los
temas se entremezclaron, y me quedan muchos cabos sueltos, muchas preguntas que
hacer, muchas dudas. Su puesto como coordinador de narradores es único en el
mundo, y prepararé una entrevista para preguntarle específicamente por su
posición. Entendí ayer que se encarga de ayudar a los narradores con el trabajo
de redes, de contacto con empresas, de marketing, comunicación , gestión… lo
cual es mucho y muy interesante.
Aproveché
también para preguntarle qué posibilidades creía que tenía yo de poder trabajar
en algo relacionado con la narración aquí, y está bastante difícil. Contar,
puedo contar. Hay espacios, Ceidilh, puedo contar en casa a David, de
voluntaria o aprendiza en algún taller… eso sí, y ya solo eso es un regalo. Pero
para cobrar por contar o trabajar en algo relacionado con la narración, tengo
que ser creativa. O los tour turísticos contando historias de miedo, o presentando
proyectos por ahí, o estando pendiente a las distintas ofertas de trabajo que
puedan salir en ámbitos de creatividad y educación.
Es
posible y confuso a un tiempo. Estoy en una especie de bloqueo sin saber bien
por dónde tirar. He estado mirando ofertas de trabajo en diferentes páginas y
hay de todo. El sector de servicios se lleva la palma, y en educación, las
ofertas a profesores son tantas… pero ninguna a la que yo pueda aspirar, o al
menos eso creo. Seguiré indagando.
He
encontrado una página llamada Bee Spanish donde dan clases de español para
niños y cuentan con programas específicos de música, literatura… y bueno, la
buena noticia es que les he escrito y enviado el CV y tengo una entrevista con
ellos el martes. Ya les contaré qué me dicen.
Dundas Street, la calle donde vivo.
Y ahora
acabo de llegar de apuntarme en una academia para recibir clases de inglés que queda muy cerca de casa. Se
llama Randolph School y cuentan con un programa llamado Celta teacher training,
donde los profesores de inglés hacen prácticas para dar clase. De esta manera,
ofrecen cursos intensivos y puedes ir a clase todos los días dos horas durante
un mes por solo 20 libras. Empiezo el 25 de mayo en el Upper Intermediate, a
ver!
Y en
fin, ya les digo: preparando el currículum en inglés, buscando ofertas, a punto
de empezar a preparar mi primera leyenda canaria para contar en Escocia… mucho
que hacer.
Les
sigo contando.
Saludos
desde la kitchen, familia, gracias por estar ahí.
Querida Laura, no desesperes. Hay muchas posibilidades de trabajo en clases de español para extranjeros sobre todo si articulas las clases alrededor de los cuentos. Aprende inglés y todo lo que puedas sobre narración allí. Que tengas que trabajar es un mal menor, sobre todo si también en el trabajo puedes contar. Besos y mucho ánimo
ResponderEliminarLaura, cariño, vamos a ha cer una olaaaaaaaaaaaaaaaa!!! toda para ti. Este bajón "es lo normal", lo raro sería que no apareciera y, quizás, no sea el único, pero... "LA SUPER LAURA" podrá con ello, claro que si. Estás fuera de casa, sin los tuyos, sin los mimos de quienes te quieren, sin los achuchones de alguna bibliotecaria estrafalaria...;( pero estás creciendo mucho con esta experiencia. ADELANTE. Más besos y mimos. Mucho ánimo.
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