viernes, 6 de enero de 2012

Karmelo C. Iribarren: un regalo

Es difícil hablar de un autor vivo, conocido y admirado sin caer en términos que denoten peloteo, pero, francamente: me da igual. Parto de la base de que es tremendamente bueno, independientemente de todo lo demás. Leerle es reconciliarse continuamente con la poesía, con la que he tenido más de un encontronazo estos últimos tiempos.

Parece ser que para encontrar a un buen poeta, antes hay que leer a veinte o treinta. Y tras muchas ediciones mediocres y muchos poetas vacuos y pretenciosos para mi gusto, por fin, este último año, gracias a unos y unas cuantos/as poetas españoles y no, de los que iré hablando en posteriores entradas, he podido dar gracias a la vida, como decía Violeta.

Karmelo escribe. Y luego ya podemos dedicar sus poemas a nosotros mismos, a compartirlos con nuestras parejas, amigos, familiares, hijos, alumnos... o quien sea, y a datarlos como infantiles, juveniles o adultos. Pero ante todo, escribe.

Escribe partiendo de la vida. En ella, desde ella, ante ella, hincado de rodillas en las aceras en plena madrugada, desgranando noches, mujeres y lluvia, a pleno grito o a íntimo susurro. No importa.

Pocos he visto que se desnuden ante cada verso de una forma tan r(l)eal. Leerle es conocerle, es sentir desde sus experiencias.

La ironía y el sentido del humor que despliega son muy de agradecer. Un poema puede romperte entero y dejarte perdido media hora (media vida), pero con el siguiente probablemente te arranque una carcajada. Y este destiempo en las emociones, este viaje interno por lo vivido y lo no vivido pero presentido, te deja temblando y con la sensibilidad a flor de sábanas.

Y yo, la verdad: lo agradezco.

Así que directamente paso a recomendar unos cuantos libros y a publicar unos pocos poemas para que tengan dónde buscar y dónde sentirse encontrados.

“La Ciudad” 2008, Editorial Renacimiento. (Antología 1985-2008, que incluye sus obras “La condición Urbana”, 1995, “Serie B”, 1998, “Desde el fondo de la barra”, 1999, “La frontera y otros poemas”, 2005, “Ola de frío”, 2007, y algunos inéditos)

“Versos que el viento arrastra” 2010, Editorial El Jinete Azul, con ilustraciones de Cristina Müller.

“Otra ciudad, otra vida” 2011. Editorial Huacánamo.

LA VIDA SIGUE

La vida sigue –dicen-,

pero no siempre es verdad.

A veces la vida no sigue.

A veces solo pasan los días.

(de “Otra ciudad, otra vida”)

.

INTUICIÓN DEL FRÍO

No es el de la niñez,

aquellas mañanas de diciembre,

a lo largo del río,

hacia el colegio,

ni se trata tampoco de aquel otro

que te sorprendería

años después

más de una madrugada

dando tumbos.

No, este es distinto, este

da miedo:

viene

del futuro.

(de “Otra ciudad, otra vida”)

.

BOLSA DE PLÁSTICO

Mírala

ahí

en mitad de la calle

sola

quieta

temerosa

de que aparezca el barrendero

soñando

con un poco de viento

para sentirse

nube.

(de “Versos que el viento arrastra”)

.

TORMENTA DE VERANO

Están cogidos de la mano,

en silencio,

bajo los soportales.

El niño mira su columpio,

muy triste,

bajo la lluvia,

y no lo entiende.

El padre mira al niño:

es la vida, hijo

-quisiera poder decirle-,

y no ha hecho más que empezar.

(de “La Ciudad”)

1 comentario:

  1. Gracias, es todo un regalo encontrar una entrada como esta y descubrir a Karmelo con tus palabras.

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