Dedico este post a Juan Carlos Tacoronte, que todos los días lucha y conmueve y se pregunta.
Hace tiempo encontré un libro en la biblioteca, por casualidad, buscando otra cosa. No lo había visto antes, y eso que me he tropezado en alguna maratón de cuentos con su autor, José Campanari. Me alegró muchísimo el descubrimiento, me emocionó, llegó en un buen momento.
Hace tiempo encontré un libro en la biblioteca, por casualidad, buscando otra cosa. No lo había visto antes, y eso que me he tropezado en alguna maratón de cuentos con su autor, José Campanari. Me alegró muchísimo el descubrimiento, me emocionó, llegó en un buen momento.
¿Y yo qué puedo hacer? José Campanari y Jesús Cisneros. OQO, 2008
¿Y YO QUÉ PUEDO HACER? es un álbum de esos que se nos plantan dentro de
un modo sencillo pero efectivo. Te llegan, te hacen comprender rápidamente
dónde estás, te ubica en una realidad que entiendes sin entender aunque la vives desde
dentro a diario. Te identificas con la soledad, con la necesidad de ayuda, con
las preocupaciones, las dudas, los silencios repletos de preguntas a punto de
ser formuladas. Recuerdas que eres importante pese a que seas un punto ínfimo
en medio del cosmos, entiendes que se puede hacer algo, que siempre se puede
hacer algo, porque no siempre es necesario tolerar lo intolerable, permitir lo
excesivo, tratar de comprender lo ambiguo porque nos lo venden como agua clara.
A veces está bien salir al mundo y mirar alrededor de verdad, desde el
fondo de los ojos, y dejar salir la pregunta: ¿Y yo qué puedo hacer?, al igual que le sucede al señor Equis, protagonista de la historia.
Permitirnos estar vivos a pesar del periódico y de los miedos que otros
tejen en nuestra tela, a pesar de que parezca que somos demasiado nada para hacer algo y
que morir lentamente es la opción más
política.
Jesús Cisneros, lentamente y con gusto, va iluminando y llenando de detalles un mundo
ocre, mientras nos ilustra a un protagonista que va encontrando respuestas una
vez se decide a preguntar.
Estructura sencilla, carácter optimista, temática realista, directo a
ser contado en estos tiempos que corren. Directo a ser recordado.
En fin: recomendable.
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