Los álbumes
ilustrados o libros álbum generan confusión. Este tipo de libros cuentan con
unas características concretas que les diferencian del resto de libros
ilustrados que existen, de los cuales ya he hablado en otra ocasión.
Este tipo de
libro, debido a la presencia de dos códigos simultáneos, imagen y texto, llama
la atención de cualquiera que se dedique a la mediación entre los libros y los
niños de todas las edades. De hecho, llama la atención a cualquiera que sea un
apasionado del arte y la literatura, que se preocupe mínimamente por la
educación estética y literaria.
¿Qué
bibliotecario, librero, padre o madre que disfrute de los libros no se ha
sentido atraído por estos objetos de cuidada manufactura, tanto en las
ilustraciones, como en el texto, el diseño gráfico, la edición, etc.?
En ocasiones nos
encontramos frente a verdaderos objetos de arte que desde su formato, portada,
contraportada y guardas comienzan a contarnos una historia, y debemos tener en
cuenta que su valor va más allá de la que parece ser su función principal:
libros para primeros lectores, o libros con imágenes a toda página.
Muchos pretendidos
y mal llamados álbumes ilustrados cuentan con imágenes llamativas, en ocasiones
más descriptivas que narrativas y sin secuenciación, con un diseño escandalosa
y pretendidamente comercial, con un texto vacío, insulso o estúpido, o con un
texto relativamente válido pero que no mantiene ninguna relación especial con
las imágenes, o que no establece ningún tipo de juego en el que el lector pueda
sentirse partícipe.
Los textos de los
álbumes ilustrados pueden ser simples, pero no simplones. Deben adecuarse a la
competencia lectora de los niños, pero no debe entenderse “lectura” como decodificación
del texto, sino también como análisis de la imagen.
Somos conscientes
de que los niños leen imágenes de maravilla, opinan, comprenden, reciben lo que
ven y lo relacionan, y la dificultad de leer narraciones escritas se transforma
en una cuestión que se soluciona en parte gracias al diálogo entre el texto y
la imagen.
Me preocupa que se
hable de álbum ilustrado sobre cualquier libro con imágenes, me preocupa
especialmente que lo hagan personas que se dedican a ilustrar, escribir,
editar o formar a mediadores.
Hay mucho y muy bueno publicado sobre el
tema. Informémonos, compartamos, seamos libres en nuestro proceso creativo y mediador, pero partamos de conceptos comunes.
Recordemos que es
tan importante la imagen narrativa en el libro álbum que este tipo de libro
puede existir sin texto pero no sin imágenes y que lo que debemos proponernos a
la hora de determinar qué es un álbum y qué no, es buscar en ellos las
peculiaridades de un texto que se hace narración cuando se une a la imagen,
nunca sin ella.
Ilustraciones:
1. Donde viven los monstruos, Maurice Sendak. (1995, Alfaguara)
2. Voces en el parque, Anthony Browne (2000, FCE)
3. Fréderick, Leo Lionni. (2005, Kalandraka)
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