viernes, 22 de noviembre de 2013

Álbumes ilustrados. Elementos de confusión.

Los álbumes ilustrados o libros álbum generan confusión. Este tipo de libros cuentan con unas características concretas que les diferencian del resto de libros ilustrados que existen, de los cuales ya he hablado en otra ocasión.

Este tipo de libro, debido a la presencia de dos códigos simultáneos, imagen y texto, llama la atención de cualquiera que se dedique a la mediación entre los libros y los niños de todas las edades. De hecho, llama la atención a cualquiera que sea un apasionado del arte y la literatura, que se preocupe mínimamente por la educación estética y literaria.

¿Qué bibliotecario, librero, padre o madre que disfrute de los libros no se ha sentido atraído por estos objetos de cuidada manufactura, tanto en las ilustraciones, como en el texto, el diseño gráfico, la edición, etc.?

En ocasiones nos encontramos frente a verdaderos objetos de arte que desde su formato, portada, contraportada y guardas comienzan a contarnos una historia, y debemos tener en cuenta que su valor va más allá de la que parece ser su función principal: libros para primeros lectores, o libros con imágenes a toda página.

Muchos pretendidos y mal llamados álbumes ilustrados cuentan con imágenes llamativas, en ocasiones más descriptivas que narrativas y sin secuenciación, con un diseño escandalosa y pretendidamente comercial, con un texto vacío, insulso o estúpido, o con un texto relativamente válido pero que no mantiene ninguna relación especial con las imágenes, o que no establece ningún tipo de juego en el que el lector pueda sentirse partícipe.

Los textos de los álbumes ilustrados pueden ser simples, pero no simplones. Deben adecuarse a la competencia lectora de los niños, pero no debe entenderse “lectura” como decodificación del texto, sino también como análisis de la imagen.

Somos conscientes de que los niños leen imágenes de maravilla, opinan, comprenden, reciben lo que ven y lo relacionan, y la dificultad de leer narraciones escritas se transforma en una cuestión que se soluciona en parte gracias al diálogo entre el texto y la imagen.

Me preocupa que se hable de álbum ilustrado sobre cualquier libro con imágenes, me preocupa especialmente que lo hagan personas que se dedican a ilustrar, escribir, editar o formar a mediadores.

Hay mucho y muy bueno publicado sobre el tema. Informémonos, compartamos, seamos libres en nuestro proceso creativo y mediador, pero partamos de conceptos comunes.

Recordemos que es tan importante la imagen narrativa en el libro álbum que este tipo de libro puede existir sin texto pero no sin imágenes y que lo que debemos proponernos a la hora de determinar qué es un álbum y qué no, es buscar en ellos las peculiaridades de un texto que se hace narración cuando se une a la imagen, nunca sin ella.




Ilustraciones:
1. Donde viven los monstruos, Maurice Sendak. (1995, Alfaguara)
2. Voces en el parque, Anthony Browne (2000, FCE)
3. Fréderick, Leo Lionni. (2005, Kalandraka)

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