Ayer
fue un día de formación e información, así que haré un monográfico sobre el
tema con lo poco que he visto y sabido. Poco a poco iré conociendo más, así que
habrá más capítulos específicos.
Janis
Mackay, narradora de las mayores (en edad y experiencia), conocida y muy valorada aquí, me
comentó que este jueves 14 iban a celebrar uno de los Workshop Apprenticeship
for Storytellers. O algo así. Un taller de formación para narradores, gratuito,
en el Scottish Storytelling Centre, organizado por ella.
Este tipo de talleres se celebra cuatro veces
al año aproximadamente y consiste en un día entero, de 10 a 17h, de formación,
organizada de la siguiente manera más o
menos:
10:00-11:00
Taller sobre elementos narrativos
11:00-11:20 break
11:20-12:20 Ponencia sobre historia de la narración oral
12:20-13:00 Inicio del trabajo en grupo, contando cuentos y recibiendo feedback
13:00-14:00 almuerzo
14:00-15:00 trabajo del cuerpo y de la voz (relajación, estiramientos, danza, ejercicios de
voz)
15:00-16:00 trabajo grupal
16:00-16:30 break
16:30-17:00
Intercambio de impresiones, debate
Los
temas de talleres y ponencias van cambiando en cada sesión que se celebra, y probablemente
son propuestos por Janis, o tal vez la gente propone temas y ella valora. No lo
pregunté.
Los
asistentes eran personas que están interesadas en la narración oral, que les
gusta contar de vez en cuando para su familia, en alguna reunión, en los clubs
de narradores que se reúnen a contar mensualmente… También personas que están
empezando a contar y que quieren profesionalizarse, y gente que se dedica a eso
profesionalmente y que quiere compartir experiencias o que directamente eran
los que ofrecían las ponencias. Acudieron participantes que llevan yendo a
estos talleres desde que comenzaron a hacerse hace año y medio, hasta personas
que nunca habían ido.
El
trabajo grupal ha sido muy interesante.
Desde que llegamos, nos colocamos al azar (bueno, yo al menos, al azar, que no
conocía a nadie) en grupos de cuatro personas, y en los momentos en que había
que trabajar en grupo, se trataba de que uno se colocara frente al resto y
contara su historia, la que traía preparada, o un fragmento de la misma en caso
de que fuera muy larga. Después, recibía feedback de los compañeros en todos
los sentidos: historia (origen, estructura, elementos narrativos, riqueza de
personajes… lo que quisiéramos comentar), cuerpo y voz, (contacto visual,
expresión corporal… ) y todo sobre lo que se quisiera hablar. En el grupo que
me tocó había una narradora que es actriz y lleva unos años dedicándose a la
narración, que era de Londres y se va a mudar a Edimburgo, una chica irlandesa
que escribe sus propias historias, que proviene de familia de narradores y que
quiere contar sus propios cuentos, y un muchacho que es informático y cómico y
lleva tiempo interesado en la narración.
El
ambiente que se creó fue muy bueno y el feedback que recibí por mi primer
cuento en inglés muy positivo y constructivo.
Otra cuestión
que me llamó la atención fue la sencillez de organización que un día como este plantea, y la facilidad de que lo llevemos a cabo en nuestras propias casas. Me acordé
mucho de nuestra Asociación Canaria de Narración Oral TAGORAL, o más bien de la mayoría de los socios, ya que más de una vez ha salido en conversaciones la propuesta de reunirnos una vez al mes para contarnos, recibir feedback… al
igual que llevan haciendo desde hace años los compañeros de Gran Canaria las
noches de luna llena.
No hace
falta que sea mensualmente, pero cada cierto tiempo, tal vez bimensual o
trimestral, organizar un día de formación así, gratuito, donde solo se necesite
un espacio, gente que quiera proponer un pequeño taller o ponencia y
participantes que deseen recibir feedback, participar, formarse, compartir,
mejorar, conocer otros narradores con las mismas inquietudes o similares,
promover la formación de cara a la gente que empieza… En fin, me parece
interesante, independientemente de otras propuestas de formación que puedan
surgir y que desde la asociación están surgiendo.
Por
otro lado, en uno de los salones que da a la cafetería del SSC, empezó a las
19:00 Café Voices, una sesión de cuentos para la que pagas una entrada de 5
Libras y que se organiza temporalmente una vez al mes, y espacialmente como ven
en la foto.
Colocan en esa zona, que
suele estar libre, las mesas de la cafetería, el público se sienta y un
narrador diferente cada mes se encarga de proponer una sesión durante unos 40
minutos. Después, se abre el turno para quien quiera participar, cuente su historia,
cante, toque algún instrumento, recite algún poema….
Fuimos
un par de participantes del taller de la mañana y me tocó abrir el turno de
narradores libres. Así que ayer aproveché todas las oportunidades que tuve para
contar mi historia. El feedback también fue muy bueno, así que estoy muy
contenta.
Descubrí también un club que se reúne cada mes en un bar, como ya les comenté anteriormente, que
incluye narradores profesionales que acuden por placer. David me había hablado
de otro, pero no sé si es el mismo ni si va la misma gente. En fin, de eso ya
les hablaré cuando lo viva.
Me
despido por un rato, saludos desde la kitchen!
Enhorabuena, guapa ;)
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