Queridos amigos y amigas, El DIARIO DE
UNA CUENTERA EN EDIMBURGO llega a su fin, y con él llega a su fin el blog. He
escrito menos en el DIARIO de lo que hubiera querido, pero fue útil
especialmente el primer mes, para ayudarme a compartir novedades y el principio
del camino.
Este fin de semana vuelvo a Tenerife y agradezco
de corazón a todos los que han formado parte de esta aventura que me hayan
acompañado desde la distancia. Me han mantenido al calorcito a pesar de que
aquí jamás llegó el verano. Con su ánimo, su cariño, sus mensajes, sus
comentarios, han hecho todo mucho más sencillo.
Han sido ocho meses maravillosos y me
llevo las maletas llenas. Estas últimas semanas han sido las de las despedidas
y ha sido y está siendo duro decir adiós a todo esto y a tanta gente. Tengo la
suerte de decir que me he sentido parte de una familia desde que entré en esta
casa. Por un lado David Campbell, con su persona y todo lo que conlleva, con su
puerta siempre abierta, sus amigos, sus historias, y por otro el Scottish
Storytelling Centre, que se convirtió en mi segunda casa, han sido la llave que
me ha abierto la ciudad y la tradición oral del país de un modo totalmente
diferente a como podría haber sido.
Me llevo un ejército de objetivos
cumplidos y otro de objetivos por cumplir a partir de ahora.
Valoro infinitamente la apertura de los
escoceses y su amabilidad. Los narradores y narradoras que he conocido aquí son
de una humildad extrema, tanto su persona como su narrador. Son cercanos y
generosos. Me llevo una maleta enorme de calidad humana, que pesa tanto que no
creo que me la permita Ryanair. Me llevo amigos. No muchos, como debe ser, pero
de verdad. De esos que se quedan, al menos por un buen rato. Y me llevo buenos
narradores a los que seguir, no sólo de Escocia sino también de Inglaterra, de
Irán, de Marruecos, de Kenia…
Me llevo unos paisajes impresionantes. Un otoño indescriptible. Un país increíblemente hermoso y sorprendente y una ciudad que ya saben que me tiene enamorada desde que vi fotos en Google por primera vez.
Me llevo el inglés, que ha mejorado, y
muchas historias que contar. Me llevo libros nuevos, una puerta abierta a la
narración en inglés, me llevo mucho sobre lo que pensar y todas las ganas de
seguir por este camino. Me llevo una maleta llena de Bebecuentos bilingües que
han sido una experiencia deliciosa.
El domingo me hicieron un regalo
estupendo, vinieron a casa y se reunieron en el salón unas 15 personas que
trajeron un cuento o una canción cada uno y más botellas de vino de las que
debían. Me regalaron su tiempo, sus historias y me dijeron hasta pronto,
vuelve, gracias por la luz que has traído. Contamos, tocamos instrumentos y
compartimos una noche que ha resumido toda mi estancia aquí: un tiempo que ha
merecido todas las alegrías.
Siento que se abre una puerta. No sólo la
puerta del autónomo ahora cuando vuelva a España, que también, sino una puerta
al mundo. Una que no había visto antes. A ver qué hay detrás.
El blog termina aquí porque voy a
estrenar mi página web en breve. Ya que comenzamos nueva etapa, vamos a hacerlo
lo mejor posible! Haré otra entrada de despedida para linkear la nueva web, les mantendré informados.
Muchísimas gracias.
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