Desde
que volví de Edimburgo he querido sentarme a escribir sobre mi percepción de la
narración oral en Escocia: cómo se piensa, se siente, cómo se organiza y
funciona. Hablar de contar cuentos en este país es hablar del Scottish Storytelling Centre, único
lugar en el mundo según parece que aúna a los narradores de su región en un
espacio concreto y específico creado para el desarrollo y conocimiento de la
profesión. También es hablar del Directorio
de Narradores y de otras cuestiones organizativas. Sin embargo, hablar de
la narración oral en Escocia es hablar de tradición,
de unión, de compañerismo, de apertura y sobre todo de humildad. Vayamos
poco a poco.
Para
entender mejor cómo funciona el Scottish Storytelling Centre (en adelante SSC) particularmente
y el funcionamiento de la profesión en líneas generales me entrevisté con Donald Smith, su director, pero lo que
aquí escribo no es la transcripción de dicha entrevista sino un esbozo a modo
de artículo de los puntos más esenciales de la misma mezclándolos con mis
propias percepciones tras vivir la experiencia y con conversaciones mantenidas
con otros narradores.
Donald Smith tras la entrevista
¿Cómo nace el Scottish
Storytelling Centre y por qué?
El
SSC nació antes de que existiera el edificio actual. En 1995, hace 20 años, los
narradores sintieron que no había ningún sitio físico donde pudieran experimentar
y compartir la narración entre ellos y con el público, de manera que comenzaron
a reunirse en el ático del edificio que actualmente es el Storytelling Centre,
el antiguo Netherbox Theatre. En aquel ático tenían un espacio para reunirse, contar
y organizar eventos. Funcionó muy bien y
todos los narradores votaron para que existiera un centro en sí mismo donde poder
desarrollar todo lo que se había empezado allí. Después volvieron a votar para decidir qué
lugar sería el ideal. Pensaron en zonas rurales, ciudades importantes como Glasgow
o Stirling, pero finalmente se decidió que algo tan importante como la cultura
y tradición escocesas que recogían las historias tenía que formar parte de la
capital. Tuvieron la suerte de que el antiguo teatro pertenecía a la iglesia,
que no podía permitirse reformarlo, así que la iglesia cedió el edificio y
tardaron unos tres años en conseguir las subvenciones que permitirían la
reforma. Diez años después de que comenzaran a reunirse en aquel ático, el
centro estaba en marcha. Entre otras cosas, ayudó que el nuevo parlamento
escocés de entonces tenía mucho interés en apoyar las iniciativas que
fomentaran el desarrollo de la cultura escocesa.
¿Por qué en Escocia la
narración, la música y la danza van de la mano?
Al
principio, en aquel ático, se hablaba sólo de narración oral, pero cuando se
creó el edificio, se unieron la música y la danza a las propuestas que
ofrecería el centro. Por un lado, porque la cultura escocesa mantiene estos
tres elementos en estrecha relación. Por otro, porque a nivel económico sería
mucho más sencillo mantener un centro cultural que acogiera más de una
disciplina artística, de cara a recibir subvenciones y a plantear propuestas
que llamaran la atención de un público mucho más amplio.
Desde
que uno llega a Escocia y observa una sesión de cuentos, uno se da cuenta de
que en este país las cosas funcionan de un modo muy especial, especialmente
debido a la celebración de los CEILIDH,
tradición gaélica que consiste en reuniones
sociales de carácter literario y musical. En estas reuniones, cada persona
acude con algo que compartir: un poema, una historia, refranes, chistes o
adivinanzas, una canción, una pieza tocando el arpa, la gaita, el violín o la
flauta, o alguna pequeña danza.
Es
muy común esta mezcla, de modo aunque al principio me pareció extraño que lo
que podría ser un centro específico de narración únicamente dedicado a los
cuentos, también incluyera música y danza, pero en cuanto vi por primera vez un
Ceilidh lo entendí bien.
Para
Donald Smith, esta mezcla afecta positivamente a la narración porque mucha más
gente accede a conocer el centro y lo que es la narración oral en sí, gente que
acude interesada por otras disciplinas como el teatro o la danza.
¿Cómo favorece el Scottish
Storytelling Centre el desarrollo profesional del narrador?
Existiendo
un SSC uno puede llegar a pensar que la lucha es poca, que la narración oral es
ampliamente conocida y reconocida, pero no es así. En Escocia también tienen
que luchar por hacer entender que los cuentos no son sólo para niños o que no
consisten en leer un libro en voz alta ante una audiencia.
El
centro cuenta con varias figuras muy importantes a mi parecer para dar a
conocer a los narradores y para organizarlos: el Coordinator of Storytellers y el Directory of storytellers.
El
coordinador de los narradores es una figura que trabaja en el centro y que se
dedica a conectar las ofertas de los narradores con las demandas de
instituciones o empresas. También ayudan a los narradores a dar a conocer su
trabajo, hacen labores de marketing y ponen en contacto a gente que esté
trabajando en lo mismo, entre otras muchas labores.
Para
ponerles un ejemplo: cuando yo acudí a Edimburgo y contacté con el centro, fue
el Coordinador quien me respondió, quien me puso en contacto con David Campbell
como narrador al que posiblemente le gustara compartir su casa con otro
narrador que viniera de fuera, y que me explicó cómo funcionaba el centro y
cómo podía colaborar con él.
Por
otro lado, el centro cuenta con una gran oferta de talleres (workshops) que se desarrollan semanalmente y facilitan la
formación continua del narrador que ya trabaja y el acceso de personas que aún
no forman parte del directorio de
narradores pero lo desean.
¿Qué es el directorio de
narradores y cómo funciona?
El
Directorio de narradores aúna a todo narrador “profesional” que haya pasado una
serie de criterios de admisión.
Si
pinchan en este enlace podrán
acceder a él y hacerse una idea de cómo funciona. Según dicen aúnan a unos 140
profesionales de todo el país. El objetivo es que si estás buscando un narrador
para tu evento puedas encontrarlo fácilmente filtrando las opciones de
búsqueda. El narrador pone en qué zona trabaja, a qué tipo de público cuenta y
qué tipo de historias o de qué manera, y el contratante puede escoger.
A
los narradores que quieren formar parte del directorio se les pone en contacto
con una narradora, Janis Mackay, que
hace de mentora. Lleva a cabo un seguimiento de las personas que quieren formar
parte, les aconseja y les anima a acudir a los “Apprenticeship day”, que son
talleres de unas 7 horas de duración (un día entero cuatro veces al año), donde
se reciben charlas de otros narradores y se comparten talleres y experiencias
con otras personas que están en la misma situación. Sobre todo se trata de que
se genere grupo y se dé apoyo.
Si
ya eres narrador profesional puedes formar parte del directorio pero, de alguna
manera, pasando por los mismos criterios (a través de esta narradora, entre
otras cosas). Básicamente este mentorado (que también funciona a nivel mensual
pero que no estoy segura de en qué consiste) te ayuda a entender que el
directorio es una plataforma para apoyar a gente que cuenta cuentos
tradicionales en Escocia. Puede que los narradores inventen sus propias
historias, o incluyan en su estilo algo de drama o comedia, pero esos elementos
solo pueden ser añadidos a la principal actividad de contar historias
tradicionales.
Un
requisito básico es que deberán verte contar dos o tres historias unos dos o
tres narradores del país que ya estén en el directorio y que valorarán entre
otras cosas: el estilo del narrador (voz, pausas, uso de gestos, expresiones…),
la relación del narrador con la audiencia, cómo conecta con la audiencia entre
historia e historia, la confianza del narrador en sí mismo, etc.
También
existe el requisito de mantenerse en formación continua, aunque no he visto
exactamente cómo valoran eso.
En
cuanto al funcionamiento del directorio, hay algunos aspectos a mejorar, como
la actualización del mismo y la forma de acceder. Por comentar algo del primer
aspecto, me consta que no está actualizado y que hay gente que está ahí que no
está contando actualmente.
¿"Narrador profesional" significa
lo mismo en Escocia que en España?
Esta
es una cuestión muy interesante. Lo primero que te dicen al llegar aquí es que “es
muy difícil vivir del cuento” o, más bien, “it is quite difficult to make a
living of telling stories”.
Los
narradores profesionales no son autónomos que dedican la mayor parte de su
tiempo a narrar en diferentes lugares y cuyos ingresos vienen principalmente de
la actividad de narración. Muy al contrario, los narradores que a ellos les
interesa formar y aunar en el directorio provienen de una gran variedad de
profesiones, especialmente profesores, bibliotecarios, guías turísticos,
cuidadores de niños, trabajadores de museos, etc.
Ellos
entienden que muchos de los que mejoran y ayudan a dar a conocer la profesión
son gente que comparte el arte y la cultura de la narración oral en sus propios
trabajos.
Donald
Smith afirma “Es difícil vivir del cuento pero es posible. Tienes que ser muy
versátil, listo, saberte vender…, pero normalmente la gente lo complementa con
otro trabajo y eso se apoya”.
Ellos
consideran que si, por ejemplo, profesores y bibliotecarios están interesados,
se forman como narradores, indagan en la
tradición, etc., ellos conseguirán que más gente quiera escuchar cuentos.
Donald
también afirma: “No hay una caja cerrada que diga por fuera NARRADOR
PROFESIONAL. Hay un caldero mágico donde pueden entrar muchos tipos de
ingredientes y, cuantos más quepan, mejor”.
A
mi pregunta de cómo defender la profesión y su definición y a la vez defender
la apertura me respondió que por otro lado se trata de diferenciar lo que es
narración de lo que es actuación teatral o comedia, y que los criterios de
admisión en el directorio están claros e incluyen el trabajo único y específico
con historias de tradición oral.
¿Qué cuentan los narradores
escoceses?
Historias
tradicionales. Mantienen vivas las leyendas de origen celta especialmente pero
también de otros tipos. Les gusta incluir canciones en sus historias y la mayor
parte de los narradores que he conocido disfrutan mucho más contando a adultos
que a niños. De hecho vi muy pocas sesiones infantiles, y no porque no
quisiera, sino porque son mucho menos populares en el Storytelling Centre. Para
ver una sesión infantil tenías que ir o a un colegio a una sesión “privada” o a
una librería o biblioteca.
Por
cierto, no cuentan con libro (eso de los álbumes ilustrados no es nada común ni
extendido). Tampoco cuentan historias de autor, si acaso de creación propia. Y
también son muy dados a los chistes y las canciones tradicionales cómicas, así
como a los tall tales (historias absurdas inventadas por ellos mismos y
relatadas en primera persona en base a un suceso).
¿Qué hace especiales a los
narradores y narradores de Escocia?
Su
humildad, su generosidad y su sentido de cohesión y pertenencia a una
comunidad.
Los
narradores escoceses tienen muchas oportunidades para reunirse, apoyarse y
compartir. Ya he comentado en entradas anteriores la existencia de reuniones
mensuales en el Storytelling Centre (Café Voices) o en bares, donde celebran el
Guid Crack Club o Brugh Bladerers. Allí se ven, cuentan y cantan. Comparten.
Cuando
comienzan una historia dicen: Voy a
contarles una historia que escuché contar a tal narrador y a tal otro
(gente que muy probablemente esté entre el público). Les parece genial que
otros cuenten las historias que ellos cuentan (preferiblemente si dicen a quién
se la han escuchado).
No
son competitivos entre ellos. En general se apoyan y se ayudan.
Cuando
cuentan, son extremadamente humildes. Dicen que lo importante es la historia,
no ellos, pero (y esto es opinión personalísima), en nombre de eso se olvidan
de que están llevando a cabo una actividad artística que requiere de ciertos
rudimentos básicos de voz (especialmente volumen), expresión y conexión
emocional con el público. Quieren ser tan poco importantes que en mi opinión se
esconden detrás de lo que cuentan y a veces ni se les oye ni se les siente.
Los
narradores son muy variados y los estilos muchos, pero se nota en general que
no les gusta especialmente la gente expresiva porque les da la sensación de que
se ponen a ellos mismos por delante de la historia.
A
mi entender en este sentido son especiales y diferentes, aunque ellos no se
sienten especiales en absoluto. Lo que sí notan es que hay muchísima gente que
viene de fuera y que, o entienden y valoran cómo funcionan, o no les entienden
en absoluto.
Compararlos
con los narradores ingleses, generalmente más “escénicos” y teatrales, es como ver
los dos polos de una pila.
Para resumir…
En
general, y esto es lo que más valoro de la experiencia, para ellos lo esencial
de la narración oral es que es algo más importante que nosotros, un algo que va
más allá y que conecta a la gente entre
sí. La narración nos hace olvidarnos de esta sociedad del YO en que estamos
viviendo y facilita una construcción de un NOSOTROS muy necesario. El valor
social y la sensación de comunidad, así como la conexión con la naturaleza es
algo básico para ellos y, cualquier acción que vaya en esa línea es bienvenida.
Cuando
crearon el SSC no pensaron que a nivel internacional tendría esa respuesta,
pero les encanta, y el Scottish International Storytelling Festival ayuda a
generar esa conexión más allá de Escocia que valoran bastante y que no les
cuesta nada.
Los
escoceses en general son abiertos, cercanos, su casa es tu casa y puedes pasar
y ponerte cómodo, siempre y cuando traigas contigo una canción o una historia.
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