lunes, 16 de septiembre de 2013

SIETE LLAVES PARA VALORAR LAS HISTORIAS INFANTILES

Título: Siete llaves para valorar las historias infantiles
Dirigida por: Teresa Colomer
Edición: Fundación Germán Sánchez Ruipérez
Año: 2005

Hace poco terminé la lectura de SIETE LLAVES PARA VALORAR LAS HISTORIAS INFANTILES, y llevo desde entonces para comentar y recomendar el libro.
Dirigido por Teresa Colomer, cuenta con la colaboración de quince especialistas españoles de diferentes ámbitos relacionados con la Literatura Infantil.
No se puede decir que abunde material crítico y analítico en referencia a este tema que sea sencillo de entender para una persona que quiere acercarse por primera vez a este campo, o que quiere profundizar un poco en el mismo. Cuando un mediador (padre o madre, bibliotecario, maestro, narrador…) quiere acercarse a bibliografía que haga referencia a la crítica literaria de libros de literatura infantil, o entender el modo en que funcionan las narraciones infantiles, desde libros álbum a novelas, es posible que se encuentre sin saber qué pasos dar, a qué expertos leer, por dónde empezar o que, en caso de saber por dónde hacerlo, se halle ante obras cuyo lenguaje especializado complique su interpretación.
Este libro es perfecto para dar esos primeros pasos hacia la comprensión de todos los puntos que puede abordar la crítica: ¿Es un buen libro?, ¿Contribuye a su formación social y personal?, ¿Qué gusta a los niños?, ¿Cómo se va formando un lector competente?, ¿Qué relación existe entre las diferentes partes del libro?, ¿Qué relación se establece entre las obras y los niños?, etc.
Nos presentan siete capítulos, siete llaves que muestran los elementos esenciales que componen las obras literarias infantiles. Nos ofrecen instrumentos de análisis para valorar esas obras y para saber cómo se relacionan con los lectores. Se utilizan 18 títulos concretos: libros álbum y novelas conocidos y accesibles, como Harry Potter y la piedra filosofal o Willy el tímido, para desarrollar el análisis de cada capítulo, aunque no se analizan al completo sino solo en el marco de lo que se esté tratando en el capítulo.
Su lectura es sencilla, accesible y agradable, ya que el vocabulario no es especializado. Cualquier mediador conocedor de algunos títulos infantiles y que haya sido lector se sentirá plenamente identificado con algunas pautas y comentarios, especialmente al final de cada capítulo, donde se comentan “los problemas de…” llevar a cabo de un modo equívoco, como escritor, editor o crítico, algunos de los puntos analizados en el capítulo. Se busca seguir de cerca la experiencia de lectura en los niños partiendo de la experiencia lectora propia. Los autores se ponen en la piel del lector que habla sobre libros y que es consciente del proceso lector.
Comento brevemente la información con la que explican, en la introducción del libro, de qué consta cada capítulo y recomiendo absolutamente su lectura. En caso de que estén interesados en profundizar, también se incluye, al final del libro, bibliografía más que recomendable.
CAPÍTULO 1: “Ver y leer, historias a través de dos códigos”. Nos sitúa ante la imagen y el texto, funciones y relaciones.
CAPÍTULO 2: “Seguir historias con formas distintas”. Imagina el itinerario de un lector que se familiariza progresivamente con la forma que tienen las historias en nuestra cultura.
CAPÍTULO 3: “Escuchar voces distintas” parte de la idea de que los libros hablan a los niños a través del conjunto de voces de sus narradores, lo que ensancha el contacto de los niños y niñas con la forma de ver y contar la realidad de muchas otras personas que van a llevarles de la mano a lo largo de la lectura.
CAPÍTULO 4: “Apreciar el "espesor” de las palabras y de las imágenes” alude a la experiencia estética, a la forma en que la literatura y las artes plásticas han elaborado el lenguaje y las formas visuales para explorar la realidad y expresarla de un modo artístico.
CAPÍTULO 5: “Ser otro sin dejar de ser uno mismo” se centra en uno de los aspectos más gratificantes de la ficción: la posibilidad de multiplicar o expandir la experiencia propia a través de la vivencia de los personajes y la oportunidad de explorar la conducta humana de un modo comprensible.
CAPÍTULO 6: “Ampliar la experiencia del mundo propio” trata de la posibilidad de ampliar las fronteras del entorno conocido, a través de los libros.
CAPÍTULO 7: “Entrar en el ágora de la tradición” contempla los libros como una puerta de entrada del lector en la plaza pública de la humanidad. Cada texto, cada obra, se forma en relación con lo que ya ha sido dicho por los demás. Los libros infantiles invitan a tomar asiento en ese foro y a participar en él. A través de ellos, los niños y niñas pueden empezar a entender cómo funciona y a entablar su propio diálogo con la tradición.

¡Espero que su lectura sea tan gratificante como lo ha sido para mí!

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